Ayer antes de irme a la cama hice un repaso por los canales de la TDT para ver que había y me encontré con que estaban poniendo South Park. Me acordé del boom que tuvo esa serie en nuestro grupo de amigos de hace 10 años aproximadamente.
La serie la ponían a eso de las 2 de la madrugada, ya que aunque sea una serie de dibujos, de infantil no tiene nada. Algunos, cuando estábamos de fiesta, se iban a casa a verla y volvían a salir. Eso es estar enganchado.
Fuimos todos juntos al cine a ver la película que sacaron después de que la serie empezara a triunfar, creo que estábamos nosotros y 10 más en la sala, pero nos lo pasamos como enanos. Nos sabíamos las canciones e incluso las bromas y las repetíamos una y otra vez.
Yo todavía tengo una camiseta con los protagonistas, un muñeco blandito de Cartman y una taza de plástico con la cabeza de Kenny y creo que también un llavero. Las vueltas que di para conseguir esa taza...estaba esquiando en Sierra Nevada y por la tarde nos fuimos a dar una vuelta por las pequeñas tiendas de regalos y allí la ví. Me encantó, pero me pareció una bobada así que no la compré. Al final de la semana lo pensé mejor y quise ir a por ella pero apenas había tiempo, así que me tocó andar a la carrera, parecía el día que empiezan las rebajas y entras a las tiendas corriendo hacia tu objetivo.
Y ahora, 10 años después, casi no me acordaba de esa serie, de los dibujos que andan como si arrastrasen los dos pies a la vez, en los que los canadienses tienen la cara partida a la mitad y en los que Kenny moría cada vez de una forma más absurda. Apenas me acordaba, como apenas me acuerdo de los que fuimos al cine o cantabamos la canción, recuerdo a determinadas personas, pero sé que éramos muchos más...y es que después de 10 años como dice una sabia canción: ya no queda casi nadie de los de antes, y los que hay han cambiado*
la canción de hoy: 10 años depués, de Calamaro
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